martes, 15 de mayo de 2007

Texto Reflexión Sergio (2)

(viene de aquí).

¿Es Microsoft un monopolio?

Definición de wikipedia:

“Un monopolio (del griego monos -uno-, polein -vender-) es una situación de fallo de mercado en la cual, para una industria que posee producto, un bien, un recurso o un servicio determinado y diferenciado, existe un productor (monopolista) oferente que posee un gran poder de mercado y es el único de la industria que lo posee.”

Por tanto, obviamente, en la práctica, Microsoft sí lo es en algunas de sus líneas de negocio (no en todas). Lo es en sistemas operativos (al menos en PCs), lo es en aplicaciones ofimáticas y lo es en navegadores de Internet. Cuotas de mercado como las que tiene no pueden calificarse de otra forma.

¿Es censurable Microsoft por ser un monopolio?

Más que censurable, yo diría que Microsoft es envidiable. Construir un monopolio de la nada es absolutamente brillante, y cualquiera de nuestras empresas lo haría si pudiera.

¿Usa Microsoft esa situación de monopolio para crecer?

En otros sectores, el “abuso de posición dominante” es evidente, porque la distinción entre productos es simple. Si tengo el monopolio en la industria lechera, y empiezo a regalar mi nueva marca de galletas de forma sostenida, es evidente que estoy abusando de mi posición dominante para cargarme a la “nueva” competencia.

En los sistemas de información, la frontera es más difusa. ¿Es el navegador parte del sistema operativo, o no lo es? ¿Ha regalado galletas Microsoft, o ha mejorado las prestaciones de su leche?

En mi opinión, son dos productos, y, por tanto, Microsoft hizo uso de su posición dominante en sistemas operativos para ganar el liderazgo en navegadores de Internet. Y lo mismo podríamos pensar de otras “utilidades” del sistema operativo.

Claro, es difícil obligar a una empresa, por el bien del consumidor, a cobrar algo que estaba dando gratis. Evidentemente, en el corto plazo, se perjudica al consumidor. Pero creo que, en el medio-largo plazo, es preferible que sea así, porque garantizas la competencia futura.

En otros casos, el uso / abuso de posición dominante es incluso más sutil. Es, básicamente una cuestión de usar con maestría las compatibilidades / incompatibilidades entre distintos componentes.

Como en otros sectores... ¿Por qué la ranura del cargador de los teléfonos Nokia es distinta de la de los Motorola? ¿Por qué los cartuchos de tinta de HP son distintos de los de Epson? ¿Por qué las fichas de Tente son distintas de las de Lego? ¿De verdad creéis que hay motivos “técnicos” para que esto sea así?

La pregunta es: ¿cuándo es “abuso” y cuándo es “up-selling / cross-selling”?

Mi opinión es:

§ Cuando esa maestría la desempeña una empresa apoyándose en una situación de monopolio es abuso, y debe estar controlado.

§ Cuando lo hace una empresa en competencia real es una práctica comercial legítima, que puede ser imitada por el competidor.

¿Son deseables las situaciones de monopolio?

Mi opinión clara es NO. Porque las situaciones de monopolio tienen consecuencias no deseadas sobre el conjunto de la sociedad, por un simple efecto de acomodamiento.

§ A la larga se decelera el avance tecnológico y la mejora continua de los servicios.

§ La entrada de nuevos competidores (nuevas ideas) se minimiza. Es demasiado arriesgado.

§ Empeora la eficiencia de la empresa en monopolio.

§ Se encarece el producto final.

¿Cómo evitar el “abuso” de posición dominante?

En otros sectores, se han empleado resoluciones basadas en la división de la empresa en unidades jurídicas independientes.

§ En el sector eléctrico, por ejemplo, la división entre actividades reguladas (transporte y distribución) y actividades liberalizadas (generación y comercialización).

§ O en el sector de telecomunicaciones, la creación de las “baby-bells”

En mi opinión, esta medida, a veces necesaria, no es suficiente porque ni siquiera separando las empresas consigues romper los lazos. Es necesario hacer modificaciones más sutiles a las reglas del juego del sector. Son medidas menos mediáticas (menos impacto político) pero en muchos casos más efectivas.

En sistemas de información, como en muchos otros sectores, yo destacaría, entre estas medidas sutiles, el concepto de “estándares”.

Pensad en un edificio: hay vigas, tornillos, enchufes, griferías, tuberías, etc. ¿os imagináis lo que pasaría si todo el sistema de fontanería tuviera que provenir del mismo proveedor, porque sólo así garantizas la correcta unión entre elementos? Los estándares hacen posible que escojas el mejor grifo, la mejor tubería, el mejor inodoro, entendiendo por mejor aquél que te da el equilibrio calidad / prestaciones / precio que tú quieres.

En el mundo de las tecnologías de información se dan varias circunstancias particulares:

§ La separación entre grifo y tubería no es tan obvia. Si los estándares tienen que definir el modo de unión entre dos mundos, lo primero es definir esos “mundos”. En este sentido, pienso que el mercado ya ha avanzado bastante de forma natural en muchos ámbitos de esta definición.

§ Es un sector muy joven, y la definición de estándares es muy lenta, porque entran en juego muchos intereses. Pero hay infinidad de iniciativas de estandarización sólidas y otras que confío llegarán a imponerse.

Por tanto, la situación de mercado óptima (desde la perspectiva de consumidor) será aquella en la que haya estándares efectivos, usados por todos los competidores. Es la manera de asegurar que el producto líder en cada segmento es realmente el mejor, y no el “primito canijo” del cachas de Zumosol.

Si, resultado de esta estandarización de “fronteras”, Microsoft o IBM o Sun o HP o Fernández S.L. tienen un 90% de mercado de un producto (y no se ha alcanzado haciendo maniobras sostenidas por debajo de coste), será porque es el mejor... El que tenga algo mejor que entre, porque no habrá nada “injusto” que se lo impida.

¿Y el Linux qué tiene que ver en todo esto?

Creo que hay que separar reflexiones, para no confundir conclusiones.

Por un lado, como consumidor, me alegro de que haya una alternativa real a Windows, igual que me alegré cuando hubo una alternativa a Telefónica o a Iberia. Curiosamente, sigo siendo cliente de los tres, pero estoy convencido de que la existencia de esa alternativa les hizo y les hace mejorar.

Este juicio, obviamente, es independiente de que sea o no código abierto, que es la segunda cuestión. Y la verdad es que no tengo una opinión formada sobre el futuro del código abierto Vs código cerrado. Luego me limito a expresar cuestiones:

§ La explosión del Linux ha venido de la mano de empresas. Luego, ¿hasta qué punto es gratis? Ya sea vía impuestos directos (producto) o indirectos (servicios, otros productos, contratación de los gurús del Linux), de alguna forma se pagará, digo yo. Al menos ahora, no en sus orígenes.

§ La evolución del código abierto está marcada por la inquietud intelectual, no por las necesidades del mercado. A ningún informático convencido le motiva en exceso diseñar una “pantalla de solicitud de compra”.

§ ¿Será el futuro un modelo mixto? ¿Desarrollo privado – Testing “open”?, ¿Definición de estándares “open” – Implementación de estándares privada?

Por último, está la relación con la privacidad / seguridad de las personas. Éste es un tema que me preocupa en general, y no en relación con Microsoft en particular. ¿Si hubiera 10 Microsofts en US, tendríamos más privacidad?

En algunos casos es incluso explícito. Y si no, probad a mandar una receta de cocina a través de vuestra cuenta de gmail, y comprobad los anuncios que aparecen sobre restaurantes y libros de cocina.

Personalmente, y sin ser técnico, me da la sensación de que, desde el momento en que conectamos un PC a una red, ya nunca más estamos seguros de la privacidad de los datos de ese PC (entendiendo por “seguro” 100% de seguridad)

Si en esto estamos de acuerdo, lo que tenemos que pensar es:

§ Qué entorno legal queremos para penalizar esa invasión a la intimidad.

§ Hasta qué punto estamos dispuestos a sacrificar intimidad por (supuestamente) seguridad.

§ De qué forma podemos protegernos ante el mal uso de esa invasión a la intimidad.


Desde luego, creo que tenemos mucho que avanzar en este sentido... porque además, la tecnología corre más que las leyes...

Para ejemplo, ved la película “The Net”...

Un saludete.

Sergio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sergio,

una reflexión muy brillante.
Como indicas uno de los puntos clave en todo el proceso de evitar monopolios son los estandares.
Sin embargo y sin intención de desilusionar a nadie, indico que a nivel industrial (por ejemplo de componentes de coches, fabricación de bienes de equipo, etc) EEUU y Europa después de años de discusión no son capaces de llegar a acuerdos para unificar estandards.
En su día la mayor parte de los estandares surgieron como medidas de proteccionismo de sectores clave de la economía. Por tanto no será tarea fácil ni breve el lograr unificar criterios aquí.

Jorge G.

Jaime dijo...

Extraordinaria reflexión. Ya sabes que comparto gran parte de lo que comentas por la charla que tuvimos en la Cañería ;-)